23 de abril de 2009

Nos quitan el programa A Caballo en RTVA

Articulo de Antonio Bustos en el Blog de A Caballo, A LUCHAR POR ESTE MAGNIFICO PROGRAMA. Vamos a hablar claro a todo el mundo. Como lo leen. El programa "A Caballo" está en el punto de mira y es, a fecha de hoy, uno de los señalados para desaparecer durante el inminente mes de mayo de la parrilla de Canal Sur. Sabemos que para muchos de los lectores es un mazazo, sobre todo por lo inesperado de la decisión. También lo ha sido para los que hacemos el programa. Consideramos que el caballo es una seña de identidad de Andalucía, que son miles los aficionados que mueve, que son muchos los puestos de trabajo que van en el mismo vagón, que es notable la actividad hípica en Andalucía y que una televisión de esta comunidad debe tener entre sus contenidos un programa como éste. Porque, además, así lo recoge la Ley de Creación de la RTVA: la defensa y difusión de los valores de Andalucía. El espacio acaba de cumplir 8 años y desde entonces han sido emitidos 420 programas. En ellos hemos tratado de ofrecer a la sociedad andaluza las imágenes de los concursos más importantes de todas las disciplinas hípicas que se desarrollan en Andalucía. Concursos y disciplinas que jamás habían aparecido en televisión. No es la primera vez que "A Caballo" se ve amenazado de desaparición, pero tampoco creemos tener más vidas que un gato. Por tanto hay que advertir que esta vez la cosa parece que, realmente, va en serio. Cada vez que han existido cambios directivos en Canal Sur -y recientemente ha cambiado el director general y con él muchos directivos de otras áreas- se ha producido este tipo de "movimientos sísmicos" que quita y pone programas en una parrilla de programación. Y, por defecto, los que llegan tienden a hacer cambios, los que sean, pero que se les note. No es nada nuevo. El problema es que "A Caballo" no tiene otra posible versión o cambio de formato, sino directamente la desaparición. Un concurso, una telenovela, un programa de debates, un talk-show...se cambian por otros de idéntico formato y punto. No es el caso de "A Caballo". No nos preocupa nuestro futuro profesional, porque el programa solo es una parte de nuestro trabajo. Tanto Antonio Bustos como los demás componentes de su equipo tienen otras muchas labores en Canal Sur. En todo caso tendrán una menor carga de trabajo, nada más. El problema no es ese. Lo que realmente nos preocupa es qué va a pasar con todas esas competiciones que quedarán condenadas al ostracismo en el medio de comunicación de masas por excelencia: la televisión. De un plumazo dejarán de aparecer en los hogares andaluces raids, concursos de doma vaquera, enganches, acoso y derribo, concurso completo, doma clásica, salto.... Los patrocinadores no verán amortizadas sus inversiones y, en tiempos como los que vivimos, pueden verse tentados a retirarse. Y es fácil imaginar qué le ocurre a un concurso cuando no tiene patrocinio y, por tanto, dinero para su celebración. Nos aterra esa posibilidad. Es por tanto el mundo del caballo, los aficionados, los amantes de este animal y todo lo que le rodea (hípica, cría, ganadería, industria, puestos de trabajo, veterinaria, etc.) el que debe levantar su voz si no quiere verse sumido de nuevo en el escenario del olvido más absoluto en televisión. Nosotros por sí solos no podemos desde dentro parar decisiones de este tipo que se toman en despachos muy lejanos a nuestras redacciones. La Federación Andaluza de Hípica y, a su estela, clubes, sociedades, jinetes, ganaderos, profesionales, promotores de concursos y aficionados en general tienen la palabra. Y si la levantan habrá posibilidades. Si no es así, no habrá ninguna. Solo una queja masiva, espectacular y abrumadora puede parar lo que parece un hecho consumado. Quejas al alcance de cualquiera: Cartas al Director en periódicos, correos electrónicos a la propia RTVA (soliciten lista de e-mails en acaballotv@gmail.com), llamadas de queja, protestas al Defensor del Espectador de la RTVA, y cualquier otra forma que pueda ocurrírsele a alguien. Al más alto nivel (Federaciones y clubes) lo que cabe son contactos, quejas y protestas ante instancias superiores, como la propia dirección general de la RTVA o la Consejería de Agricultura, Ganadería y Pesca. Todo el ruido que se haga será poco. Pero tiene que ser ya. La semana próxima puede ser tarde. Insistimos, la pelota está en el tejado pero, lamentablemente, no en el nuestro, el de los que hacemos el programa. Sino en el de aquellos que nos ven, nos siguen o se ven beneficiados por nuestra existencia. Y, créannos, nos gustaría seguir ayudándoles. Desinteresadamente, como hasta ahora. Esta vez no podemos hacer nada nosotros solos. De ahí este SOS. Gracias. Seguiremos informando.

7 de abril de 2009

Mi amigo de Granada

Os presento a mi amigo de Granada, lo nombro mucho en el blog y me informa de todo lo que acontece al lado de Sierra Nevada, es un buen tio, y uno de mis mejores amigos, se llama Gerardo de la Maza y desde esta Farola Malagueña le mando un fuerte abrazo y le deseo lo mejor para el, y su encantadora familia.
Te espero la semana que viene en Sevilla, tenemos que poner el ***

6 de abril de 2009

Memorial Kiko Mondelo en Cordoba

Del 24 al 26 de Abril se celebra en el Club Hípico de Córdoba, el CSN * en memoria de nuestro gran amigo Kiko Mondelo, seguro que estaremos allí todos sus amigos, unos montando, otros acompañando y yo poniendo los recorridos. Te recordamos con cariño, amigo

3 de abril de 2009

Carta de la Asociación de Garrochistas de Sevilla

La Asociacion de Garrochistas de Sevilla me envia esta carta, por si teneis a bien leerla. CACICADA EN LA F.A.H. En los últimos años los concursos de Acoso y Derribo han entrado en una deriva que nos preocupaba enormemente a la mayoría de los aficionados a este deporte, y por ello nos decidimos a actuar. Habría que remontarse en el tiempo para entender la situación a la que hemos llegado. El Acoso y Derribo que nace de la afición y de la necesidad de los ganaderos para el manejo y selección del toro bravo, salta al mundo del deporte y a la competición en los años setenta. Son estos ganaderos los que aportando los medios materiales necesarios de forma altruista y sin ayuda externa, organizan aquellos primeros concursos únicamente con el ánimo de divertirse entre amigos. Se crea una primera normativa que atendiendo a las circunstancias era algo genérica y su aplicación no planteaba grandes dificultades. Los organizadores llevaban el peso del concurso en su totalidad y sus decisiones, obligadas muchas veces por las situaciones que se creaban, primaban incluso sobre las de unos jueces que en realidad tenían más la condición de amigos que de tales. Las posibles dudas y problemas en los concursos se saldaban normalmente de forma amigable. Aquellos primeros concursos, que indudablemente tuvieron la virtud de perpetuar esta bonita afición al hacerla disciplina y permitir el acceso de todo el mundo a su práctica, han quedado ya lejos. Hoy, el Acoso y Derribo, aunque en cierto modo sigue siendo una gran familia, es una disciplina abierta, con una gran afluencia de nuevos garrochistas y altamente competitiva. Está estructurada, gracias al esfuerzo de muchos aficionados, en fuertes Asociaciones que se afanan y luchan por mantenerla cohesionada. Uno de los retos más difíciles que asumen estas Asociaciones es sin duda la organización de los concursos, que por otro lado constituyen la esencia de cualquier deporte. Esta dificultad es cada vez mayor por la no existencia de correderos permanentes, por el altísimo coste económico en infraestructuras, por la complejidad a la hora de encontrar vacas y personal especializado para manejarlas. Precisamente por esta razón es por lo que el peso y el poder de decisión que ostentan los comités organizadores en la organización de los concursos se ha hecho desproporcionado. En ocasiones, estos han manejado a su antojo los concursos organizados por ellos sin tener en cuenta del todo la normativa vigente (que no siempre era muy detallada) y sin un control por parte de los jueces, que precisamente por el origen ya comentado de esta disciplina, han desempeñado un papel carente de fuerza y de capacidad de decisión. Tampoco los propios garrochistas hemos sabido frenar situaciones en las que estos comités han actuado claramente al margen de la normativa, bien por necesidad al haber habido falta de previsión o falta de medios materiales, o en otras ocasiones incluso por favoritismos personales dentro del mismo comité. Ni siquiera la Real Federación Hípica Española a través de los delegados federativos ha sido capaz de parar esta deriva, habiéndose dado el caso de garrochistas que han corrido concursos nacionales sin estar federados a través de su correspondiente Licencia Deportiva Nacional. Todas estas circunstancias, han desembocado en la actual situación de desconcierto y descontrol que a veces se está produciendo en los actuales concursos. Y es por esto por lo que, y volviendo al principio de lo escrito, muchos garrochistas decidimos que de alguna manera había que actuar. Se redactó un documento para someterlo a la consideración de los miembros de las distintas Asociaciones, para en caso de ser aprobado, elevarlo después a la Real Federación Hípica Española. En dicho documento se recogen, de un lado aspectos del reglamento que siendo de aplicación obligatoria no se están poniendo en práctica (como el caso del asa en la montura y la utilización de arneses no vaqueros) y de otro lado aspectos también que, no siendo obligatorios deberían aplicarse en la actualidad (el caso de determinadas normas relativas a la organización de concursos, presentación de los caballos, etc.). En definitiva, se trata de buscar entre todos un consenso máximo para, a partir de él, establecer un punto de partida que cambien la actual problemática. Los abajo firmantes convocamos a los socios de las Asociaciones a las que representamos y que a su vez representan a más del 90% del total de garrochistas federados en la actualidad. La respuesta fue una aprobación casi unánime en cada una de las Asociaciones consultadas. Con posterioridad a ello habría que transmitir lo acontecido a la Real Federación Hípica Española para buscar su respaldo en relación a los cambios que el documento pretendía introducir (siempre por los cauces normales de cualquier modificación reglamentaria) y sobre todo para que respaldara la obligatoriedad en el cumplimiento del actual reglamento en toda su extensión. Se convocó una reunión a la que asistimos: D. Joaquín Medina, Presidente de la Federación Andaluza de Hípica y representante en la Nacional del Acoso y Derribo. D. Fernando Vizcaíno, como Director Técnico de la R.F.H.E. D. Luis Erquicia, vocal andaluz de Acoso y Derribo. Dª. Elena Herranz, coordinadora de vocalía de Acoso y Derribo de la F.A.H. D. José María Pérez de Ayala, en representación del estamento de los jueces. D. Miguel Higuero, Vicepresidente de la Asociación de Garrochistas de Extremadura. D. Javier Moro, Presidente de la Asociación de Garrochistas de Castilla-León. D. Manuel Martín, Presidente de la Asociación de Garrochistas del Rocío. D. Ignacio Molina, Presidente de la Asociación de Garrochistas de Sevilla. El resultado de esta reunión fue absolutamente decepcionante. La actitud, así como las formas y el fondo de todo lo que manifestó el Sr. Medina reflejaron en todo momento un autoritarismo y un sectarismo totalmente fuera de lugar. Por un lado, en ningún momento se reconoció la delicada situación a la que ya nos hemos referido y que ha sido el origen de todo lo acontecido; por otro lado, se trató de minimizar la importancia y el peso del colectivo allí representado a través de la práctica totalidad de las Asociaciones de toda España, así como la rotundidad del apoyo al documento aprobado en las Asociaciones. A pesar de su autoproclamada falta absoluta de conocimiento de lo que es esta disciplina, de él y de la comisión de la que dependemos en la Nacional, formada por 15 señores, el Sr. Medina no dudó en echar por tierra parte importante del razonamiento que sostiene el documento, con el único argumento de que su asesor en la materia no estaba de acuerdo, e incluso amenazó con imponer de forma unilateral, criterios claramente contrarios a lo que es la esencia de esta disciplina si las posturas no se acercaban a las defendidas por este asesor (el vocal andaluz de acoso). Negó la posibilidad de crear un órgano en el que estuviesen representados todos los estamentos que componen este deporte como existe en otras disciplinas, incluso llegó a apoyar claramente la no aplicación de la norma actualmente vigente que prohíbe el uso del asa en la montura. Y como colofón, justificó expresamente su actitud por la falta de apoyo que en su día la Asociación de Garrochistas de Sevilla dio a su candidatura a la presidencia a la Federación Andaluza de Hípica. Por todo lo expuesto no podemos por más que preguntarnos: · ¿Dónde queda el espíritu del ordenamiento de la actividad deportiva de nuestro país que recoge la importancia que las bases y el asociacionismo deportivo han de tener en el mismo? La Ley 10/1990 del Deporte, pieza vital de nuestro deporte dice: - Preámbulo: “Basta la alegación del mandato, explícito en el artículo 43 de la Constitución e implícito en todo su texto, para explicar y justificar que una de las formas más nobles de fomentar una actividad es preocuparse por ella y sus efectos, ordenar su desarrollo en términos razonables, participar en la organización de la misma cuando sea necesario y contribuir a su financiación”. - Igualmente, esta Ley reconoce que “el fenómeno deportivo, como actividad libre y voluntaria, presenta un aspecto claramente diferenciado: la actividad deportiva organizada a través de estructuras asociativas”. - Art. 1.3.: “El Estado reconocerá y estimulara las acciones organizativas y de promoción desarrolladas por las asociaciones deportivas”. Está suficientemente claro que la base de nuestro deporte es el asociacionismo deportivo. · ¿Dónde dejó el Sr. Medina olvidado la representatividad que los distintos estamentos de un deporte han de tener en su evolución y desarrollo? ¿Es misión de los miembros directivos de la RFHE el representar la voluntad de las bases y servir de nexo con los estamentos superiores? Los estatutos de la RFHE son claros en el desarrollo de estas cuestiones, a saber: - Art. 2: “La RFHE está integrada por la Federaciones de ámbito autonómico, en el supuesto que prevé el artículo 9 de los presentes Estatutos, los deportistas, jueces, técnicos, diseñadores de recorridos - jefes de pista, y clubes, dedicados a la práctica, control, regulación, formación, promoción y organización del deporte hípico en todas sus disciplinas dentro del territorio español”. - Art. 4.f.: “Es propio de la RFHE: Tutelar, controlar y supervisar a sus asociados”. - Art. 45.5.b.: “Son competencias de la Junta Directiva: Controlar el desarrollo y buen fin de las competiciones de orden nacional e internacional, en los casos que le corresponda”. · ¿Cómo se puede alentar por parte de un directivo de un deporte el no cumplimiento de normas que están en vigor, aprobadas por el órgano soberano de su federación, cual es la Asamblea General, manipulándolas o reinterpretándolas? Los propios estatutos de la RFHE indican en su Art. 4.e. que “Es propio de la RFHE: Velar por el cumplimiento de las disposiciones por las que se rige”. · ¿Y cómo es posible que se traten de imponer criterios que están en contra de la voluntad de la casi totalidad de los deportistas, argumentando como en este caso, razones de seguridad (en un deporte que es de alto riesgo, sobre todo en campeonatos nacionales) pero que en el fondo enmascaran posiciones personalistas? Es evidente que el legislador no puede vivir de espaldas a la sociedad civil, haciendo oídos sordos de la opinión de sus miembros, más aún cuando representan a la casi totalidad de los mismos. Nosotros entendemos que este deporte no puede quedar al libre criterio de quienes, aunque elegidos democráticamente cada 4 años, no conocen, ni como en este caso, manifiestan sentir el más mínimo interés por el mismo. Creemos que es el momento de huir de personalismos, aunar esfuerzos y con el consenso de la gran mayoría salir de esta situación que está dañando claramente la imagen de esta bella y singular disciplina. Fdo: D. José Mª Pérez de Ayala Ortiz, D. Javier Moro Lajo, D. Ignacio Molina Candau y D. Miguel Higuero Zúñiga.