1 de julio de 2015

Humilde y Grande a la vez.

Este pequeño homenaje lo hago a un gran amigo, desde esta humilde Farola, posiblemente no lo vean muchas personas, pero lo bueno que tiene, es que la mayoría son amigos, eso reconforta y da alas para que La Farola no se apague, como a algunos "artistas" le gustaría. Seguiremos hablando con libertad y denunciando a los que van contra la honradez y las buenas maneras y ensalzando a las buenas personas y a la gente de bien.




Don Antonio Boza Amat

Dicen que un emprendedor es, "La persona que emprende y se determina a hacer y ejecutar, con resolución y empeño, alguna operación considerable y ardua". Quien le iba a decir a un joven de ojos claros, de poco más de veinte años, nacido en el barrio de Bellavista y que desde la pedanía del Palmar de Troya cogía su bicicleta para poder ir al cine hasta Utrera, después de haber trabajado catorce o quince horas, que llegaría a triunfar en la vida y ser un empresario y hombre de bien,  querido y respetado en Andalucía y fuera de ella.

A Don Antonio Boza Amat le conocí en el año 2000 al formar ambos parte de la Junta Directiva de la Federación Andaluza de Hípica, el como vicepresidente y yo como vocal de saltos de obstáculos. Desde entonces nos une una gran amistad y de unos años para acá se ha acrecentado, ya que desde mi pase a la reserva, colaboro activamente con él, en la Asociación Nacional de Doma Vaquera, de la que es presidente desde el año 2008.

Es un hombre grande, y no en alzada, como diríamos los aficionados al caballo, pero si en categoría humana, bondad, y su principal virtud, la honradez, además de estar siempre preocupado por hacerle la vida más agradable a los demás y ayudar en todo lo que puede al prójimo.

Gran aficionado al mundo del caballo, sobre todo a su Doma Vaquera, es además, ganadero y propietario. Lo mismo asiste a un concurso de salto, de doma clásica, completo o enganches, todo le apasiona, todo lo que sea caballo y por supuesto amistad y ayuda desinteresada para todo aquel que se la solicita.

Don Antonio ha llevado a su querida Asociación Nacional de Doma Vaquera a lo más alto, organizando concursos, actos, convivencia entre socios y amigos y se preocupa personalmente de que todo se desarrolle con éxito y armonía, todo esto siempre le cuesta su tiempo y su dinerito.

Estos meses atrás ha pasado una mala rachilla de salud, pero como es fuerte como un roble, se ha recuperado perfectamente, su Virgen del Rocio siempre le ayuda, a Ella le pedimos que nos lo tenga muchos años con nosotros, para seguir disfrutando de su amistad y por tenerlo como presidente de la Asociación que tanto le quiere y respeta.

Como su humildad es tan grande, el día que lea este artículo, no se va sentir bien, lo sé, incluso lo lógico es que me lleve una cariñosa riña de él, pero cuando manda el corazón y la pluma se pone en marcha hay que darle a cada uno lo que se merece, a los malos, hay que afearles su comportamiento, y a los buenos, alabar sus virtudes.

De él he aprendido muchas cosas estando a su lado, a ser fiel y a ser mejor amigo. Con su forma de ser, va dando lecciones de honradez y caballerosidad, bien podían las universidades contratarlo para dar esa asignatura en sus aulas, ya que esa virtud, hoy tan en desuso, es a mi forma de ver, la más importante de nuestras vidas. Mi asignatura pendiente es, la que él denomina “manita izquierda”, esa, me cuesta más aprenderla, y a mis años creo que voy a morir sin tenerla, y mira que he tenido buen maestro.

He creído conveniente darle un homenaje desde mi humilde pista, por su trabajo callado y constante, por la disciplina hípica que adora, la Doma Vaquera. Le mando un mensaje de amistad, cariño y fidelidad a ese gran amigo que se preocupa más por los demás que por él mismo.

Don Antonio, muchas gracias por tu amistad, larga vida a ti y a todos los tuyos, un fuerte abrazo querido amigo.