Acabo de llegar a casa,
destrozado por el dolor, al haber despedido a uno de mis mejores amigos. Hoy en
Guadix, mi querida ciudad, ha recibido cristiana sepultura Francisco Martínez, “Paco
El Herrador”, a la edad de 82 años.
Conocí a Paco hace muchos años,
cuando llegue a este bonita ciudad, como jefe de la parada de sementales, fue
la primera persona que me ofreció su casa y su amistad, yo muy joven y con muy
poca experiencia, vi en el a un maestro y a un amigo, cuantas cosas buenas me
enseño, pero su enseñanza más importante fue el ayudar siempre a los demás y a
ser amigo fiel de sus amigos, además de las cosas relacionadas con nuestra profesión
y afición, los caballos y su herraje, él, junto con su querido hermano Pepe
bebieron de la sabiduría de su padre, el maestro Paco.
Su devoción por el Santo Patrón
de los animales, San Antonio Abad, San Antón en Guadix, le llevo a organizar,
junto con sus amigos aficionados al caballo, las fiestas del Santo en el frio
mes de enero accitano.
Vivió dedicado a su trabajo y a
su familia, por su taller del barrio de Santa Ana pasaron muchas caballerías,
mulos, bueyes de trabajo. Pepe y Paco, con su martillo en la mano, adobando una
herradura o manejando magistralmente el “pujavante”, hacían arte con sus
herrajes perfectos.
Cuantos ratos buenos ante un botellín
fresquito de la cerveza El Alhambra y una anchoíta con unas habitas verdes, en
muchos bares de nuestro querido pueblo, cuanto te voy a echar de menos querido
Paco, ¿con quién voy a hablar de caballos en Guadix?, me dirás que con Pepe el
Pico, con Gerardo, pero tú siempre estarás con nosotros tomando un café en
el Albergue y de paso si nos sobra un “eurillo”
pues se lo echamos a la máquina, posiblemente el café nos salga de balde.
Estaría escribiendo sobre ti días
y noches y no sería capaz de decir todo lo bueno que eras y que grande era tu corazón,
terminaste haciendo lo que más te gustaba, herrar, con tus años solo tú eras
capaz de hacerlo tan bien.
Desde esta Farola le mando un fuerte
abrazo con mucho cariño a toda tu familia, y en especial a mi querido amigo,
Pepe, tu hermano. Yo desde que te conocí siempre estuve orgulloso de decir a
donde quiera que fuera, “Yo soy amigo de Paco, el Herrador de Guadix”, el
hombre más GRANDE que he conocido.
Hasta siempre querido Paco.